MARTY, EL CHEPA

Director: Adam Rifkin
Año: 1991
País: Estados Unidos
Aka: The Dark Backward

Si te supo a poco mi anterior entrada sobre "El Maníaco Invisible", aquí estoy de vuelta con otra película del mismo director, Adam Rifkin. Y es que, un año después del maníaco, se estrenó esta joya un tanto diferente a la anterior. Se dice que el propio Adam, escribió el guion de esta película a la edad de 9 años... y se nota, pero no por malo, sino por diferente.

La historia trata de un basurero (Judd Nelson en su mejor papel junto con el de alumno rebelde en el club de los cinco) que sueña con ser cómico. Su amigo y compañero de trabajo Gus, desempeñado por un desatado Bill Paxton, le ríe las gracias cada dos por tres durante toda la película y le anima a luchar por su sueño. En realidad es el único que le apoya porque todo el mundo piensa que el stand up no es lo suyo, y con razón. De vez en cuando, al bueno de Marty, le sale una actuación en algún local de mala muerte tipo bar de Moe, con pésimo resultado. Su sudoración excesiva bajo los focos, sus pésimos chistes, su voz monótona y aburrida no ayudan para nada, pero Gus sigue riendo a carcajadas, así que Marty lo sigue intentando.
Cierto día a nuestro protagonista le sale un bulto en la espalda, el cual empieza a crecer con los días. Su médico, el actor James Caan, más conocido por su papel como el novelista de Misery, le dice que lo deje estar, que con el tiempo desaparecerá. El bulto sigue creciendo hasta que surge una pequeña mano y, con el paso de los días, se acaba formando un brazo adulto. Y es así, en realidad Marty no tiene chepa, sino un tercer brazo que le sale del lomo.
Este echo provocará ciertas pesadillas en Marty pero lo aprovechará para sus espectáculos que ahora constan de los mismos chistes malos pero dando una vueltecita tras cada uno de ellos para mostrar el nuevo brazo y todo esto acompañado del amigo tocando el acordeón. ¿Parece impresionante verdad? pues el show sigue siendo lamentable.
Pero aun así Gus sigue con una buena dosis de risotadas.

Una de las pesadillas

A todo esto, a Marty le deja la novia (la actriz Lara Flynn Boyle, ahora algo desmejorada pero muy guapa en esta película y muy sudada, no sé porqué, porque aunque trabaja en un bar no se le ve hacer gran cosa). Y la relación se acaba porque dice Rosarita, que así se llama, que no puede seguir enamorada de un hombre con tres brazos. Ahí es nada.
Y Gus ríe y ríe sin parar... ah, y le levanta la novia a su amigo. Que aunque no se quita el mono de trabajo durante todo el filme, el tío es un seductor, o un adicto al sexo, como se quiera ver, ya que llega incluso a sobetear el cadáver de una chica que se encuentra en el estercolero en una escenita que... tela.


También hay que destacar al manager de ambos, un personaje con trajes de vivos colores y bigotín pintado que se dedica a buscar talentos e intentar llevarlos a lo más alto. Uno de los "talentos" que encuentra es el de una vikinga tocando el xilófono con cinco acondroplásicos. Y lo que pretende con nuestros dos protagonistas es llevarlos a Hollywood. ¿Lo conseguirá?. 

Dejando a un lado la historia principal, la película se mueve en un mundo grotesco durante todo el metraje. La pantalla se inunda de suciedad (los dos basureros ensucian más que limpian), desorden, putridez y mugre. Todos los personajes son exagerados y caricaturescos. Las mujeres llevan cardados imposibles y excesivo maquillaje recordando al universo de John Waters. Salen tres gordas, muuuuuy gordas, en una escena de cama con el bueno de Gus, mientras sigue riendo. Lo que me fascina realmente de la escena es el aguante de esa cama. ¡Admirable!. Como dato curioso, comentar que una de estas tres rollizas muchachas, la conocida como Pickles, era Debra Perkins, la modelo de fotografía con más peso de la década de los 90. Fue además una activista que luchó contra la discriminación contra las personas gordas.

Toda esta mezcla de historia, personajes rocambolescos y mundo grotesco convierten a esta en una película recomendable para ver una vez, pero no más.

Resumen: Guion para quitarse el sombrero, chistes malos, sudor, personajes estrambóticos, suciedad, mugre y Bill Paxton, que sigue por ahí riéndose

No hay comentarios:

Publicar un comentario